viernes, 12 de octubre de 2012

LA FE DE MADRE ISABEL DE ROSIS


        La fe de Madre Isabel  es un don recibido de Dios que fue fortalecida por sus padres, sobre todo por su mamá ( la Baronesa  Gabriela  Berlingiieri) dedicada a la educación religiosa de sus hijos, ejemplo de vida de fe, de devoción, de generosidad y desprendida de las cosas materiales.

        Isabel era la mayor de sus hermanos y quería que todos se preocuparan con verdadera responsabilidad a instruirse de vivir la verdadera fe cristiana.

A la muerte de su padre, llena de dolor, pero llena de fe y de esperanza se va ante la imagen del Sagrado corazón de Jesús y reza mucho por el eterno descanso de su padre, confiando en que ya estaba  en el cielo. Cuando estaba muy enfermo, les pedía a sus amigas que rezaran por él.

        Su fe fue creciendo a medida que crecía en edad. Al recibir la comunión por primera vez y con su confirmación  se comprometía cada día más con Dios y con los valores enseñados en su hogar  y en el colegio de las hermanas.
      Cuando contaba con 20 años de edad sufrió mucho por la incomprensión de sus familiares, sobre todo de su mamá que no quería que ella fuera hermana.

      Isabel tuvo fe, gran fe, mucha fe y  triunfó.  Sin fe es imposible agradar a Dios.  El bien verdadero  y la única riqueza de este mundo, es solamente Dios.

      Isabel así lo comprendió y se entregó a Dios en alma y cuerpo, convencida que esa era  la única vía de entrar al paraíso.

jueves, 16 de agosto de 2012

SaNTiDaD

“Jesús quería en Madre Isabel una verdadera Santa en el amor y la Reparación”.
“Tengo que desear la perfección, y no contentarme de vivir bien, sino santamente”. 

viernes, 27 de julio de 2012

Madre Isabel de Rosis

¿Quién era Madre Isabel de Rosis?.

Isabel nace el 09 de Junio del año 1842 en Rossano Italia, desde su nacimiento ya el Señor le tenia predestinado un camino, de familia Baronesa, pero para Isabel la riqueza monetaria no era su destino, ni su ideal, sino la riqueza que Dios le hacia sentir en su corazón, “De que sirve ganar el mundo entero si se pierde lo más importante, que es el amor de Cristo”.
El camino que Dios tenía para Isabel no se comparaba con el que tenían sus padres, “El amor de Cristo no se compara con el de ningún hombre, el de Dios es puro y verdadero”.
Isabel ¡Juramento de Dios, elegida de Dios!, recibió a Jesús Eucarístico y desde ese momento desciende sobre ella la plenitud del Espíritu Santo, proclama su consagración al Corazón de Jesús, y dona todo su ser en reparación de los pecados de los hombres. 
Ella vivió exclusivamente dedicada al propósito de servir a Dios en el cumplimiento perfecto de su voluntad, para que Jesús reinara como soberano absoluto en su corazón. 
Desde su infancia Isabel escogió a Cristo crucificado por esposo de su alma: a Él se ató por siempre.
Luego después de muchos obstáculos e interminables sufrimientos, realizará lo que el Señor esperaba de ella.